dilluns, 30 de gener del 2012

Los perros de las protectoras necesitan 25 minutos de contacto humano al día

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Como sé que por aquí pasan muchos voluntarios y socios de distintos tipos de protectoras de toda España, me parece imprescindible mostrar aquí un teletipo que ha entrado por EFE con un interesante estudio de la Universidad de Córdoba.
Sé que lo que han concluído es algo obvio para cualquiera que haya tenido una mínima relación con perros. Es de sentido común que al menos media hora de ejercicio y contacto humano ayuda a equilibrar a estos animales y por tanto también a que sean más adoptables.
Pero no está de más recordarlo. Me consta que muchos centros, por falta de manos, no pueden ofrecer ese mínimo. Y muchas veces es algo que no cuesta dinero, sino esfuerzo para encontrar voluntarios y algo de organización.
Por eso también aprovecho para pediros que, si os gustan los animales, tenéis tiempo y no lo estáis haciendo ya, os acerquéis a la protectora más cercana y os ofrezcáis voluntarios. Seguro que os reciben con los brazos abiertos.

Un estudio de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha probado que los perros que viven en perreras reducen su estrés y mejoran su conducta con 25 minutos diarios de ejercicio y contacto humano.
La investigación, realizada por el grupo de Etología Clínica Veterinaria del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UCO y coordinada por los profesores Rocío López y David Menor, se ha desarrollado sobre medio centenar de canes recogidos en el refugio municipal de Córdoba.
Según ha detallado la institución universitaria en un comunicado, los investigadores trabajaron con los animales en dos grupos y compararon las reacciones fisiológicas de los ejemplares a los que sacaban a pasear y con los que realizaban una serie de ejercicios -dándole órdenes y anotando su comportamiento-.

En pocos días, los resultados evidenciaban “un cambio importante” en la actitud de los animales, ya que los que salían a pasear y tenían contacto con personas mostraban niveles más bajos de cortisol (hormona relacionada con el estrés) en su saliva y mejoraron su puntuación en el test de comportamiento que se realizaba previo a su adopción.
Los autores del estudio han subrayado la idoneidad de mantener rutinas como las señaladas por cuanto no conllevan un gran coste económico y, sin embargo, son “enormemente” rentables a la hora de aumentar las posibilidades de adopción, al lograr comportamientos más amigables.